REFLEXIONES EN LA CUARENTENA 2020 ¿Por qué viajamos?

REFLEXIONES EN LA CUARENTENA 2020

¿Por qué viajamos? 

Por qué viajamos?

Es muy cierto que no todo el mundo tiene la necesidad de viajar pero, a los que nos gusta hacerlo en estos meses estamos sintiendo, no se si llamarlo, angustia.

Personalmente para mi no es importante la distancia, el destino siempre ha dependido de los días con los que contaba para viajar pero, un fin de semana es, a veces, tan gratificante que te hace sentirte optimista y el no poder hacer ni una pequeña escapada se convierte en tristeza y melancolía.

Ademas, en estos días difíciles te puedes llegar a sentir culpable por desear algo que puede resultar muy superficial para muchas personas, en un momento donde miles de españoles lloran la perdida de un ser querido, en unos momentos en los que muchos sienten el vértigo de poder perder su trabajo, su estabilidad y, donde sabemos que muchos comienzan a pasar hambre.

Las personas que no han viajado para mi es como si tuviesen un pasado “plano”, me explico, no existen en sus meses y años vividos “balcones abiertos” que es como yo llamo a los viajes.

Todas las vivencias de las personas que no viajan están siempre bajo el mismo escenario, mes tras mes y, a veces, año tras año.

Cuando estás acostumbrada a viajar los años tienen un nombre asociado al propio nombre numérico, el año de Suiza, el año del Tour, el año de Italia, el Año de Austria… quizás alguien piense que eso no es importante y, quizás tenga razón pero, pensar solo en el 2002, 2016, 1999, 2007… para mi hablar solo de años seria muy rutinario, no podría poner a mi pasado un escenario asociado.

Siempre habrá quien diga que ellos solo viajan 6 o 7 días, a un hotel “todo incluido” porque para ellos lo importante es no hacer nada en toda la semana, es una opción tan correcta como otra.

También están aquellos que necesitan el descanso sobre cualquier otra opción en vacaciones y, en esos casos suelen alternar dos escenarios, el pueblo o la segunda residencia se convierten en su caso en un segundo escenario.

Y luego están los que viajan, bien haciendo turismo, programado o de forma individual, o los que simplemente VIAJAN con mayúsculas.

Es en el último grupo donde me siento identificada, cuando viajo necesito saber que mas allá de mañana, algo nuevo pasara, el escenario será desconocido.

Y sientes, mientras avanza el día, que las instantáneas del paisaje se acumulan en la retina, intentando asentarse en nuestra memoria, ocupando su espacio y sabiéndose dueñas del lugar que ocupen, saben que ya no podremos olvidar ese lugar. Y nosotros, como respuesta, a veces, no dejamos de decir, ¡que bonito!, ¡guau! ¡Que sitio1… te faltan palabras para describir donde has llegado con tu autocaravana para pernoctar y al levantarte sientes que eres, en ese momento, alguien especial porque está teniendo el privilegio de comenzar un nuevo día frente a una montaña de mas de 3000 metros, frente a un mar que avanza silencioso en la Bretaña, frente a una escondida ermita románica, … ¡Animo!En nada volveremos a viajar,.